Aunque probablemente el término trigger marketing no sea muy común para muchos usuarios su significado y consistencia no es en realidad algo nuevo. El trigger marketing consiste en acciones personalizadas de marketing directo donde se aprovecha la información aportada por los consumidores para enviarles información sobre productos o servicios adecuados a los gustos y deseos del potencial consumidor, buscando producirle un impacto mayor en la comunicación que la marca establece con él.
Y ¿cómo surge esto? las nuevas soluciones de CRM (customer relationship management) permiten segmentar los clientes en perfiles desde la base de datos, creando grupos de usuarios que pueden diferenciarse por aspectos socio-demográficos, psicológicos o de comportamiento. Esta información es de un alto valor para el email marketing porque nos permite “personalizar nuestras comunicaciones”.
Tener la información adecuada sobre nuestros clientes o usuarios, teniendo en cuenta lo que se quiere vender, es la clave del éxito de este tipo de acciones. Cuando tenemos en cuenta esto y combinamos acciones de trigger marketing con algunas otras de marketing directo los beneficios pueden ser aún mejores. En email marketing por ejemplo, podemos desarrollar acciones en las cuales podamos programar acciones automáticas para un segmento determinado de nuestros clientes, de tal manera que podríamos tener un horario para nuestro envío masivo por las mañanas mientras que podemos generar otro más a clientes específico por las noches (automatizado) de acuerdo a las preferencias o hábitos que tenga dicho segmento de mercado.
Lo cierto es que el trabajo o esfuerzo puede ser mayor porque es probablemente que necesitaremos ampliar nuestra comunicación pero los resultados pueden ser muy notorios y diferenciales. En pocas palabras estamos “afinando nuestra comunicación a los gustos del consumidor”.
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